Fuente: www.abc.es
Francisco Carrión
Están excavadas en la roca y han aparecido en un yacimiento
cercano a Asuán, en el sur del país.
El ajuar contenido en su interior incluye amuletos, un
brazalete, mobiliario funerario y una colección de cerámica.
Viaje a las entrañas de una tumba del Antiguo Egipto
Con
amuletos y un brazalete de bronce aún anudado a una de sus muñecas. Una misión
sueco-egipcia ha hallado cuatro tumbas intactas de niños de la dinastía
XVIII que habían permanecido hasta ahora ocultas en la geografía de
Gebel al Silsila, un yacimiento arqueológico cercano a la sureña ciudad egipcia
de Asuán.
Una de las tumbas, con amuletos y un brazalete en su interior. Ministerio de Antigüedades de Egipto |
Las sepulturas,
con más de 3.000 años de antigüedad, se encuentran excavadas en la roca
de Gebel al Silsila, una necrópolis ubicada a unos 65 kilómetros de Asuán. La
primera de las oquedades alberga la momia de un menor de entre dos y tres años
que todavía mantiene su envoltura de lino entre materiales orgánicos y los
restos de un ataúd de madera, detalla el comunicado del ministerio de
Antigüedades egipcio.
En el
segundo enterramiento, en cambio, yace un sarcófago también de madera con el
cuerpo de un niño de entre seis y nueve años. La tercera de las tumbas
horadadas en la roca acoge a un menor de entre cinco y ocho años con un destacado
ajuar que incluye mobiliario funerario, amuletos, un brazalete y una
colección de cerámica. En la cuarta cavidad los arqueólogos han encontrado un
menor de entre cinco y ocho años.
Un pequeño
tesoro que arroja nueva luz sobre el yacimiento. María Nilsson, directora de la
expedición, recuerda que en las campañas anteriores su equipo ha rescatado una
larga retahíla de enterramientos. Los ahora hallados proporcionarán nueva
información sobre la dinastía XVIII (1550-c. 1292 a.C.) -en la que reinaron
célebres faraones como Tutankamón, los cuatros monarcas
nombrados como Tutmosis, Hatshepsut o Ajenatón- y "la vida social,
económica y religiosa de su población".
Otras tumbas infantiles y de animales
El pasado
enero el proyecto localizó en la ladera norte de Gebel al Silsila una docena
de tumbas excavadas en la roca con restos de esqueletos de ovejas y
cabras; un pareja de parcas del Nilo -un pez que puede alcanzar los dos metros
originario de la actual Etiopía- y el armazón casi completo de un cocodrilo
adulto esparcidos junto a esqueletos humanos de niños y adultos. Un
descubrimiento que se remonta a la época en la gobernaron los faraones
Amenhotep II y Tutmosis III y que devolvió la vida a un terruño poco estudiado
hasta ahora.
El cementerio
era conocido hasta ahora por sus canteras de piedra arenisca de la que proceden
los admirados colosos de Memnón. Durante la pasada campaña, los arqueólogos de
la Universidad sueca de Lund levantaron acta de tres enterramientos distintos:
una cripta cortada en la roca, una tumba poco profunda rellena de piedras y
otra oquedad en la que se encontraron varios niños envueltos en tejidos y
colocados dentro de un ataúd de madera junto a amuletos -entre ellos, la figura
de Bes, el dios protector del hogar y los menores de edad representado como un
genio enano, barbudo y melenudo-, collares, recipientes de cerámica y piedras
coloreadas.
La
aventura de arrojar nueva luz sobre la necrópolis arrancó en
2012. Desde entonces los egiptólogos han rescatado del olvido los restos del
templo de Jeny -"lugar de remar", como era conocido el páramo en el
Antiguo Egipto- que podría pertenecer a Sobek -la deidad cocodrilo que creó el
Nilo-.
En 2015,
durante un examen inicial, el equipo detectó 43 tumbas en el
perímetro y se descifró su estructura de cámaras, patios y puertas de acceso.
Cinco de las sepulturas halladas fueron sometidas a estudio: se les retiró la
arena y la capa de sal que se había depositado sobre ellas. Ocho meses después,
los expertos comprobaron que el estado de conservación de las paredes externas
e internas y parte de las estancias había mejorado y la exposición al sol había
secado la humedad.
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